Los mejores recuerdos a tu lado,
nuestros segundos y horas
de felicidad eterna,
pelean en mi estómago
con todas las dudas y discusiones.
Pero tranquila,
en la lenta digestión de la vida,
tú eres los nutrientes
que dan sentido a mi existencia.
Y toda la mierda, al final,
siempre queda fuera.
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