jueves, 2 de agosto de 2012

En tus ojos beso Libertad


En tus ojos beso Libertad

Rojo cuerpo desnudo
que con lanza quijotesca
desterraste mis fantasmas
solitarios,

los muchos palos de molino
no impedirán que mane
el agua de la vida.

Danzaremos orgullosos
alrededor de una hoguera
donde se queme, oscura,
esta lógica del capital que nos ahoga.

Arrojados a las brasas y cenizas
arderán billetes, rostros y codicias,
rotas las vestiduras, rotos los collares,
saldrán del fuego seres humanos, tan sólo.

Y la humanidad mirando las estrellas,
no hablará de bolsas, primas e hipotecas;
cantará a la luna la dulzura
del beso con el beso,
del abrazo fraternal de un igual con un igual
bajo la roja bandera de la aurora.


lunes, 4 de junio de 2012

El agua que desborda...


El corazón es como un pantano.
Es un embalse enorme, fuerte e imponente,
pero la menor grieta lo derrumba
por la fuerza del caudal de las pasiones.

El pantano está calmo y apacible en superficie,
pero en su profundidad esconde
corrientes capaces de engullir a un hombre.

No somos héroes griegos,
ni portentosos titanes.
No somos una mera suma
de materia gris y carne rosada.
No somos prestidigitadores
con un as en la manga.

El "cogito ergo sum" se suicida
y la Razón se tira por la ventana.
Descartes y Pitágoras, como dos catetos,
discuten de fútbol en una cantina.

No somos superhombres,
ni tampoco ratones.
No somos el rocío, ni el torrente,
ni la brisa, ni el tornado.

Somos revolucionarios de banderas rojas,
somos trabajadores de manos vacías,
somos amantes de caricias no calculadas.
Somos muchas cosas,
pero sobre todo somos:
dos pájaros en la tormenta.

lunes, 28 de mayo de 2012

Depredación del Mundo


Produciendo sentido
en un sin sentido
de relaciones de producción.

La atonía muere y el tiempo,
tic tac, tan tan corto,
se desvanece en el éter
mientras la lucha continúa.

Urge ganar, si no...
¿adónde miraremos
en las largas noches de verano
cuando hasta la luna esté privatizada,
y en los oscuros rincones
pidan limosna las estrellas?

jueves, 17 de mayo de 2012

Cálido Estremecimiento


¿Hay algo más humano que la caricia?
¿que dos pieles que se encuentran,
impetuosas, entrelazándose
en el estallido estrellado de la noche?

Penetrantes piedras podridas
los escombros roídos del pasado,
se queman los malos recuerdos en la pira,
ardiente, ardiendo, mi corazón a tu lado.

Mi voz firme se eleva,
temblor, mi voz se tambalea,
pasión, ira, mi voz ladra y grita,
y cuando la garganta agoniza,
tu lengua sujeta mi lengua.


martes, 8 de mayo de 2012

La noche pertenece a los amantes


Las horas volaban sin decir adiós,
mientras los gemidos de la noche
marcaban el ritmo de nuestros cuerpos.

Solos ella y yo,
abrazados bajo el canto de los gatos,
compañeros de penumbra.

Mirar podría, eternamente,
la luz de esa sonrisa, resplandeciendo
bajo el azul de sus ojos.

Acariciaré hasta el último
rincón de su cuerpo,
mientras su lengua me recorre.

El colchón será una nube,
y el océano un orgasmo
hasta que el mundo nos reclame.


martes, 3 de abril de 2012

Poema "Patíbulo"


Cosa bonitas y tristes,
como un cielo azul
que de repente llora.
Lo imposible es desesperanza
para el cobarde
y agonía para el osado.

Centímetros de distancia,
un abismo.
Un rumor sordo
subo por mi garganta
y se ahoga antes de salir.

El silencio habla,
la luna se ríe,
la oscuridad sigue opaca,
y mi corazón,
translúcido y oscuro,
como una estrella muerta.

Salta, ríe, baila,
la danza sigue
mientras el cierzo
se lleva suspiros apagados.

Espejos del fracaso,
ojos dulces,
el sol saca destellos
a tu pelo,
cierro los ojos
para no ver el mudo
entendimiento.

En el patíbulo hace
buena mañana.

miércoles, 11 de enero de 2012

Mi dulce revolucionaria.


Mi dulce revolucionaria.

Suave y escurridiza
como un rayo de luna.
Huyes al son del viento,
como el cabello de una ninfa
corriendo por el bosque.

Mi corazón no cabe
entre estos barrotes.
¿A qué esperas para derribar
los muros de mi prisión?
Quiero ver amanecer tu sonrisa
en el horizonte de tus labios.

Mis labios, ¿y mis labios?

Besan a la muerte
en una calada de tabaco,
mientras tú te esfumas
como la voluta de humo
llevada por la brisa.

viernes, 6 de enero de 2012

El hombre muere, su dignidad y su lucha no.


"Sí, llévame flores, allí,
a la fosa común,
donde caigan nuestros cuerpos,
que es lo único que
de nosotros pueden fusilar.
Si llegas a tiempo,
aunque esté frío,
dame el último beso,
me voy con esa esperanza...
No quiero lágrimas:
¡Acción, acción, es lo que necesita
la juventud y la clase obrera!
Para tí mis postreros besos, muñeca mía.
Que seas feliz. Te quiere, Genio"


Carta de Eugenio Mesón, carismático dirigente de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), a su compañera Juanita Doña, escrita a escondidas antes de ser fusilado en julio de 1941.

Fuente: "Decidme cómo es un árbol" (Marcos Ana, pág. 104)


Los hombres y las mujeres mueren, los altos ideales perviven (porque perviven las injusticias y la miseria del sistema capitalista). Hoy las banderas caídas son levantadas, orgullosas, por nuevos y jóvenes brazos. No es tarea fácil, tenemos el deber de continuar la lucha que emprendieron camaradas de una dignidad y una fortaleza sobrehumanas. Gente humilde que renunció a todo beneficio y bienestar individual, a todo egoísmo, en aras de una causa que ellos creían justa y que les brindaba la fuerza necesaria para sobrevivir a las más duras torturas y resistir las más difíciles pruebas. Vemos muy lejos, vemos un futuro distinto y lejano, donde el ser humano deje de explotar el planeta y de explotar a sus semejantes, donde paz y justicia no sean palabras vacías, vemos tan lejos porque avanzamos subidos en los hombros de los gigantes que nos precedieron: hombres y mujeres, algunos famosos, la inmensa mayoría luchadores y luchadoras anónimos, que dieron su vida por querer hacer al mundo el necesario regalo del comunismo.

Aunque no aparezcan los cuerpos, perdidos en grises cunetas donde florecen valerosas amapolas regadas en sangre, nosotros recordaremos, nosotros seguiremos luchando.
Aunque se borren los nombres de las lápidas, aunque reescriban manos cobardes la historia y esos héroes y heroínas caigan en el olvido, nosotros recordaremos, nosotros seguiremos luchando.
Porque como dijera Neruda, "podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera". Una primavera que no vendrá sola, que deberá ser asistida por miles y millones de personas. Por eso debemos decir como el camarada Eugenio Mesón: "No quiero lágrimas: ¡Acción, acción (...)!".

No hay lemas vacíos en la UJCE, en la Juventud Comunista. Esos lemas son las voces de la historia, los oprimidos del mundo convertidos ya en polvo, las gargantas desgarradas, los pechos firmes que recibieron el plomo de las balas, todos y cada uno de los seres humanos que sintieron las cadenas, todos y cada uno de los combatientes que caminaron bajo una bandera roja, todas aquellas personas que una vez pensaron: "un mundo mejor es posible", se levantaron y lucharon por alcanzarlo.

Esos lemas son los hombres y mujeres que en las cárceles más oscuras eran libres y dignos, porque lanzaban al aire un grito, que atravesó como un cuchillo la historia y el tiempo, que resonó en las gargantas de sus hijos, y de los hijos de sus hijos, hasta que el grito anidó en el presente de nuestros pechos, donde se juntaron fraternalmente las voces de los olvidados, los oprimidos y los luchadores que han pisado la tierra desde el inicio de los tiempos.
Como una supernova explotan sus voces y sus memorias, y su fuerza sube por nuestra garganta, y todos ellos dicen con nosotros:

¡Organízate y Lucha!