Dolor crujiente de otoño,
como hojas caídas, pisadas.
Abismado de tu rostro
por distancia derramada.
Sobrevivo entre cenizas,
quebrados futuro y llama.
Un naufragio sin orilla,
labios besan telarañas.
Entre restos del naufragio,
¿quién me busca, quién me extraña?
No me queda más que vacío
debajo de la coraza.
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