jueves, 13 de febrero de 2014

Cuando el Sol calienta de nuevo.


Sentados en una escalera
mientras el mundo baila
a nuestro alrededor
y la noche nos esconde.

Besarte es el kilómetro cero
del que parten todos los caminos.

Con arena roja, tropezarse.
Donde la lluvia de dudas se ausenta.
Con un trocito de estrella, tropezarse.
Infinitos deseos sin firmamento.

El puntero del alba me hizo
tropezar con un instante de dicha.

Dolorosamente humana, humanamente bella.
Dulce sonrisa entre canciones.
Maldita locura que olvidé.
Amar. ¿Así era?

Haz de luz, abriéndose
camino entre las nubes.

Contigo se detiene el tiempo,
la felicidad y la vida
ya no es esa arena
que se escabulle entre mis dedos.

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