Os confieso que no me salen
poemas de amor.
El dolor es una fuente
de la que bebo a menudo.
La injusticia,
una compañera de viaje.
Sin embargo,
no quiero manchar con tinta
el abrazo que me abriga,
el beso que me seca
y la piel que exorciza
el frío de mis huesos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario